Por Jenny Rocío Salinas Atuesta
Magister en Gestión de la Tecnología Educativa
Los contenidos programáticos de las diferentes
instituciones educativas de básica primaria y secundaria se ajustan al
desarrollo de áreas que si bien es cierto son fundamentales en la formación del
estudiante no son suficientes para desarrollar la creatividad y la expresión.
Es por esto, que en este pequeño
escrito, hablaré de la forma como la música ayuda a desarrollar las
competencias básicas en los estudiantes.
En el seminario “Potenciación creativa a través de
la música” que fue dictado en la Universidad Andrés Bello, por Egidio
Contreras, se habló de la importancia que tiene el sonido e incluso la voz
materna para alcanzar un óptimo
desarrollo cerebral de los menores en su
primera infancia.
Durante el desarrollo de este evento académico, se
hizo alusión a Kodaly, quien decía respecto al tema, que la canción popular era la lengua materna
musical del niño y que la misma forma en que éste aprende a hablar, debe
aprender a cantar de pequeño.

La relación que existe entre las competencias
básicas y la música nos demuestra que el niño efectivamente desarrolla a través
de la práctica vocal muchas habilidades que le permiten desenvolverse con mayor
facilidad en diferentes campos de su vida personal, estudiantil y social. Al
respecto, Egidio Contreras, enfatiza en que estudios actuales coinciden en que
la música supone un estímulo de alto impacto constructivo en el desarrollo del
cerebro del niño, sobre todo cuando se emplea sistemáticamente de manera
frecuente e intencionada.
En primer término, vemos que la música y la canción, contribuye positivamente en el desarrollo de la competencia en comunicación lingüística ya que la canción posee un componente de la comunicación toda vez que las composiciones expresan un mensaje con palabras que se transmiten de unos a otros, y los niños al cantarla se están apropiando y lo están aplicando dentro del contexto del lenguaje.
La neurociencia ha demostrado que la práctica
sistemática de la música desarrolla las áreas cerebrales encargadas del
lenguaje y favorece la eficiencia y la automatización de los aprendizajes.


En tercer término, se demuestra que la música
fortalece el conocimiento y la interacción con el mundo físico, porque mediante
la música y la canción nos relacionamos con otras culturas y de esta forma
accedemos al conocimiento mediante esta relación y contacto con el mundo.
En cuarto término, la música estimula la competencia de la información y la competencia digital, toda vez que a través del mundo digital se dan a conocer y se promueven las composiciones reconociendo el mundo y sus tradiciones.
En quinto término, la música juega un papel importante en la competencia social y ciudadana, pues se constituye en la expresión que un pueblo necesita para manifestar su identidad, es decir, para existir en medio de la diversidad de costumbres. La música sensibiliza y despierta valores que son imprescindibles dentro del concepto de buen ciudadano.
En sexto termino, la música y la canción favorece la competencia cultural y artística, siendo justamente la que más se desarrolla, porque de hecho, la música es considerada como una de las manifestaciones artísticas y culturales de la humanidad. Con la música y la canción se estimula, se sensibiliza y se fomenta la creatividad y el talento de los niños desde sus primeros años de formación, además de fortalecer la inspiración de sus gentes.

En séptimo término, la música ha logrado demostrar que es una excelente ayuda pedagógica que la convierte en una estrategia efectiva para desarrollar la competencia del aprendizaje, pues ha quedado muy bien demostrado que escuchando se aprende y que componiendo también se aprende. En el caso de la composición se desarrolla el proceso cognitivo que hace que tengamos personas autónomas y capaces no solo de proponer sino de resolver problemáticas de su entorno.
